Optiworld Ponte de Lima

Fue con mi padre, de 85 años, a cambiar sus gafas y, después de una graduación exhaustiva, nos dijeron que finalmente no era necesario el cambio y no nos cobraron nada. Podían perfectamente habernos vendido un par de gafas nuevas y las hubiéramos comprado sin darnos cuenta, pero fueron muy honestos y hicieron prueba de una gran ética profesional, aún habiéndonos dedicado mucho tiempo.Otras ópticas de la cuidad, muy conocidas y a las que acudimos en ocasiones anteriores nos trataron de pena, queriendo vender a toda costa y sin siquiera tomar el tiempo de hacer una graduación básica.En Optiworld fue todo lo contrario. Un servicio excelente, humano y muy profesional. Desde luego se han convertido en la óptica de la familia. La recomiendo.